Según datos oficiales, en 2020 se multiplicó por siete el número de inmigrantes que llegaron a la costa canaria en relación al año anterior, y solo en los primeros seis meses de este año esta -ya de por si alarmante- cifra ha subido un 150%. Desde 2019 se calcula que han llegado a Canarias 3.830 menores migrantes y unos 2.800 han pasado por los servicios de protección de la infancia. Como respuesta a esta situación Unicef ha redactado el «Informe Canarias: niños y niñas migrantes en una de las rutas más peligrosas del mundo», que analiza el estado de cosas e incorpora recomendaciones para poder hacer frente a este reto humanitario.
El autor del documento es Pablo Ceriani, especialista en Migraciones y miembro electo del Comité ONU de protección de los derechos de los trabajadores migratorios y sus familias. En la presentación del informe expresó que «el modelo de distribución de competencias es insuficiente». También quiso dejar claro que «el sistema de derivación a otras comunidades autónomas» no funciona correctamente , ya que de los más de 2.500 menores migrantes que se encuenran en estos momentos atendidos en Canarias «solo 132 han sido enviados a otras comunidades». De tal forma que los servicios asistenciales del archipiélago se encuentran desbordados.
Autor: Carlos Otaduy
Fuente consultada: Enlace a El Correo