Nuevos modelos de familia y educación sexual

Carlos de la Cruz (Octubre 2006) Confederación Española de Asociación Española de Padres de Alumnos (CEAPA) Medio: Guía

Sabemos que la Educación Sexual ha de tener objetivos ambiciosos. Que no puede limitarse a los genitales, a educar sobre su buen uso o sobre cómo evitar embarazos no deseados o SIDA.

Del mismo, también sabemos, que la familia ha de formar parte “imprescindible” de cualquier programa de Educación Sexual. No es el enemigo a batir. Por eso, no se trata de pedirles permiso, o de limitarse a mantenerla informada. Se trata de buscar colaboración.

Todos y todas hacemos falta y nadie sobra. Hay muchos papeles que jugar y cada cual tiene el suyo. El profesorado en las aulas, el personal sanitario en sus despachos, educadores y educadoras en sus ámbitos…y la familia en el suyo.

El papel de la familia en la Educación Sexual es incuestionable, y lo que es más importante, intransferible. Lo cual, evidentemente, es verdad para todas las familias, también para todas aquellas a las que les llama “nuevos modelos de familia”. Como familia que son, tienen su papel que jugar en la Educación Sexual de los niños o niñas, hijos e hijas que tienen al cargo. ¿Qué papel? Justo el mismo que el resto de familias.

Cuando se habla cómo conseguir que las familias colaboren en la Educación Sexual, pues el objetivo es el mismo en todos los casos, se suele recurrir a dos grandes “lugares comunes” a partir de los cuales se empiezan a proponer estrategias.

La familia hace Educación Sexual siempre (quiera o no quiera) porque hace educación sexual con lo que habla pero también con lo que calla. En un caso u otro se van ofreciendo significados, bien con las palabras, bien con los silencios.

La familia educa siempre porque, (otra vez, quiera o no quiera), son modelos que, muy probablemente, niños o niñas tiendan a imitar.

Respecto al primer punto, el esfuerzo de la Educación Sexual ha estado en evitar que los padres, las madres o las personas adultas con niños o niñas al cargo, se queden callados o calladas. Es decir hemos procurado que hablen, que digan cosas.

De tal manera que la línea propuesta ha sido la del manual sobre “como responder preguntas a niños o niñas” o “todo lo que niños y niñas -o jóvenes- quieren saber sobre sexo”. Y puede que en este sentido algo se hay mejorado. Ahora, probablemente, haya más familias que hablen con sus hijos e hijas sobre sexualidad.

Consultada la Página Web de la Confederación Española de Asociación Española de Padres de Alumnos (CEAPA),

 

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