La cantidad de horas diarias que compartían en clase con sus compañeros ahora se han transformado en el confinamiento en casa, y fruto de ello, son muchos los que organizan videollamadas a través del teléfono móvil de sus padres, o mandan vídeos a través de WhatsApp y plataformas similares. «Esta mañana, un compañero de clase de mi hija pequeña (7 años) nos ha mandado un vídeo hablando en inglés al grupo con todos los padres», cuenta una madre que, en su caso, además de cuidar a sus hijos, trabaja desde casa. 
 
 
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