El presente Informe es consciente de la labor extraordinaria que realizan tantos otros, tantas otras, por abordar esta cuestión. Se elabora con conciencia de abrir asimismo espacios de diálogo y de conversación, con la convicción de que únicamente un trabajo articulado y conjunto de toda la sociedad podrá afrontar este asunto. A la par, resulta imprescindible no ignorar ni burocratizar, ni simplemente cuantificar las vidas y el dolor
infringido a tantas mujeres. Ellas y sus menores son las víctimas.
Las recomendaciones que aquí aparecen tienen por consiguiente también una dimensión que sin ningún afán aleccionador forma parte, sin embargo, de la imprescindible pedagogía social y conciencia social que han de movilizarnos, sin excusa.
Buscan a su vez ser una propuesta técnica que no por ello pierda esta dimensión de verdadero compromiso.
(Extraído del informe)