Autoría: Gobierno de Canarias
Se presenta este protocolo como una necesidad para mejorar la atención de las niñas, niños y adolescentes de la Comunidad Autónoma de Canarias, que puedan encontrarse en una situación de violencia. En esta población, ya de por sí vulnerable, se requiere de los esfuerzos y el buen hacer de las y los profesionales que intervienen ante un caso de violencia/maltrato en la infancia y adolescencia. Además, se aborda la coordinación interinstitucional de los diferentes agentes que intervienen, tan importante para evitar la victimización secundaria. Esta actuación coordinada permite conocer qué, cuándo y cómo proceder según qué casos, especialmente en el ámbito sanitario. Las y los profesionales sanitarios ocupan un lugar privilegiado en la prevención y detección de los posibles casos de violencia, y especialmente la Atención Primaria ya que mantienen un contacto estrecho y continuado con las familias.
(Extraído del protocolo).