Programación y contenidos de la televisión e internet: la opinión de los menores sobre la protección de sus derechos (2010)
Defensor del Pueblo - España (Octubre 2010) Informes, estudios y documentos (España. Defensor del Pueblo); 25. Medio: Informe
La garantía de los derechos que corresponden a los menores ha sido objeto de atención constante por parte de la institución del Defensor del Pueblo, y ello no sólo en su tarea ordinaria de tramitación y resolución de los asuntos sometidos a su conocimiento que pudieran afectarles, sino también y con especial intensidad a través de la elaboración y publicación de diversos informes monográficos sobre ámbitos concretos en los que la protección de sus derechos fuera particularmente necesaria para compensar su vulnerabilidad. Así, se han tratado pormenorizadamente asuntos como la violencia escolar, la responsabilidad penal de los menores, la seguridad y la prevención de accidentes en las áreas infantiles de recreo, las condiciones de escolarización del alumnado de origen inmigrante, la atención asistencial que se les presta, la situación de los centros de protección de menores con trastornos de conducta y en situación de dificultad social…, en una decena de informes monográficos con los que se ha pretendido, desde la neutralidad e independencia de esta Institución, dar cuenta de la situación existente en cada uno de esos ámbitos y proponer las medidas necesarias para resolver las deficiencias detectadas y garantizar la efectividad plena de los derechos de los menores.
En el mundo actual, con las tecnologías de la información y la comunicación, los niños y adolescentes, del mismo modo en que disponen de instrumentos y herramientas para el conocimiento y el ocio impensables incluso para la generación anterior, también están expuestos a riesgos derivados de su uso cuyo efectivo alcance no se puede desconocer. Los medios audiovisuales, en particular la televisión, e Internet, son parte fundamental de esos instrumentos y herramientas que tienen una presencia constante y creciente en la vida cotidiana de nuestros menores.
A ellos dedican buena parte de su tiempo libre. Con ellos entretienen su ocio. A través de ellos se relacionan y se informan. El mundo exterior, próximo o lejano, es en buena medida el que esos medios les presentan. Ideas, valores y conductas se abren paso en su desarrollo a través de estos medios y como estos medios se las presentan, hasta el punto que es obligado pensar que en el proceso de formación de su personalidad tienen la televisión e Internet una influencia nada desdeñable.
Desde hace años el Defensor del Pueblo viene mostrando su preocupación por la protección de la juventud y la infancia frente a los medios de comunicación, y son varios los informes anuales presentados ante las Cortes Generales en los que se incide en este asunto. Las libertades de expresión, creación, comunicación e información tienen por voluntad constitucional, es decir, por voluntad de todos, un límite expreso en la protección de la juventud y la infancia. La frecuencia con la que se plantean quejas ante el Defensor del Pueblo sobre el desconocimiento de este límite justifica y explica la preocupación a la que antes se ha hecho referencia.
Sin duda el ámbito en el que son más frecuentes las quejas antes mencionadas es el de la programación y la publicidad en televisión. La emisión de contenidos y mensajes que los interesados juzgan inadecuados para los menores (y a menudo incluso para los adultos) en horarios en los que la presencia de aquellos ante el televisor es segura, así como la ausencia de mecanismos accesibles y eficaces de reclamación, son cuestiones planteadas ante esta Institución con una creciente frecuencia y a las que ha de darse alguna respuesta.
Por su parte, el equipamiento informático de los hogares se ha venido incrementando año tras año, así como la conexión a Internet en anchos de banda cada vez mayores, y es hoy el acceso a la Red un elemento cotidiano en la vida diaria de los menores. Desde cualquier ordenador, cualquiera de ellos puede acceder de manera inmediata a cualquier contenido, a cualquier imagen, a cualquier información prácticamente sin impedimento alguno y sin que, en la mayoría de los casos, dispongan de protección, límites o controles efectivos que eviten su acceso a lo que pueda resultarles perjudicial. Están, además, los chats, los foros, los blogs, las redes sociales y otras fórmulas variadas en las que los menores participan sin restricciones e interaccionan entre sí o con desconocidos. Los menores de hoy en día han nacido y viven en un mundo en progreso constante y se acomodan con soltura no solo al manejo de las herramientas que ese mundo impone —herramientas que a sus progenitores les resultan con frecuencia todavía extrañas—, sino a los cambios vertiginosos que en él se producen.
Son numerosas las voces que alertan sobre los riesgos que la televisión e Internet pueden suponer para los menores. Con mayor o menor fundamento, es común plantearse de qué forma, en qué medida y con qué consecuencias el consumo habitual de televisión y el acceso a Internet afecta al desarrollo de los menores en los distintos aspectos de su vida. ¿Ven lo que deben? ¿Acceden a contenidos adecuados? ¿Se les transmiten valores y modelos aceptables y compatibles con los que reciben en la familia y la escuela? ¿El consumo de estos medios es compatible con otras formas de ocio, con la lectura, con el estudio? ¿Cómo interfiere en el desarrollo de la vida familiar? Son muchas preguntas —éstas y otras mucho más concretas— y muchas respuestas las que se han dado a ellas y se siguen dando en estos últimos años. Sirva como ejemplo, ya que hablamos de Internet, que introduciendo los términos «televisión y menores» o «Internet y menores» en el buscador más usado de la Red se localizan en ambos casos más de siete millones de entradas (texto extraído de la presentación del propio informe monográfico).
Fuente consultada: Página Web del Defensor del Pueblo
Otros recursos documentales: