Programa de Educación Sexual para los Centros de Menores de Asturias
Mercedes García Ruis y Óscar Suárez Álvarez (2007) Gobierno del Principado de Asturias. Instituto Asturiano de Atención Social a la Infancia, Familia y Adolescencia Medio: Libro / Manual ISNB/ISSN: Dep. legal: as.100.07
Los autores: “este programa de educación sexual es el resultado de trabajar con los equipos de profesionales, con las instituciones y con los y las jóvenes en centros de menores. Es el fruto de construir juntos, de pensar juntos, de preguntarnos y buscar respuestas, de explorar y de disfrutar del camino para facilitar que los y las jóvenes puedan sentirse más a gusto en cómo se sienten, cómo se viven, cómo se expresan y relacionan con las demás personas y lugar donde se encuentran. Nuestro agradecimiento a los y las jóvenes que han participado en este camino, a los equipos de profesionales entusiastas y colaboradores que pusieron su tiempo, su confi anza y su trabajo, a las diferentes organizaciones e instituciones que apoyaron este proyecto desde el principio hasta el fi nal, y a fipse por su apoyo a este proyecto de investigación que se convirtió en acción y realidad”.
La educación sexual y afectiva, a pesar de su extraordinaria importancia, ha sido durante mucho tiempo una mera declaración de intenciones con pocos contenidos. Durante décadas que todos recordamos, hablar de sexo era tanto como pecar, pues se veía en el mismo una suerte de pecado y vicio inconfesable, mientras que la afectividad era algo que se aprendía por la mera experiencia.
Por fortuna, las cosas han cambiado mucho y cada día se habla con más naturalidad, aunque todavía queda un largo camino por recorrer y eso es especialmente válido para los centros de acogida de menores, pues esa experiencia en el aprendizaje se ve, en muchas ocasiones, entorpecida por contextos previos hostiles que deben ser abordados para lograr un desarrollo psicoevolutivo adecuado. Hablar de la educación sexual y afectiva no debe sorprender a nadie, pues nada hay más natural a la vida que el sexo, aunque sea sólo como mera cuestión de supervivencia; otro tanto puede decirse del afecto.
El sexo y la afectividad, la educación sexual y afectiva, no pueden dejarse al albur de amigos o amigas, y debe entenderse como lo que es: una parte más en el desarrollo de las personas. Este programa supone un paso más en la normalización de la educación integral de niños, niñas y adolescentes, y tiene un especial valor pues es resultado del trabajo de equipos multidisciplinares, en los que han participado jóvenes de los centros de menores. Además, supone dar cumplimiento a dos de las líneas marcadas en el Plan de Infancia: las relativas a la participación y la específica destinada a la educación sexual y afectiva.
Este programa es, pues, una buena herramienta para los especialistas en menores, ya que es fruto de la experiencia rica y variada de distintas instituciones, públicas y privadas, y en el que una parte importantísima de los agentes implicados en garantizar el efectivo cumplimiento de los derechos de niños, niñas y adolescentes, se han puesto de acuerdo para colaborar, junto con los chicos y chicas de los centros de Asturias, en abordar una materia tan importante como, a veces, ocultada.