Según publica El País, Naciones Unidas ha calificado esta práctica como una de las cinco formas de maltrato contra la mujer menos documentadas del mundo. En este país africano, donde la ley protege a las ciudadanas de toda forma de violencia, miles de personas menores de edad la sufren cada año.
Odunola Olabintan, directora y fundadora de The Health City, una organización centrada en la educación y la salud, alerta de que, además del daño psicológico, puede haber complicaciones médicas, ya que los objetos utilizados a veces no están esterilizados, lo que provoca infecciones, abscesos, daños en los tejidos y asimetría mamaria. Esta práctica también puede dañar el tejido y afectar a la producción de leche en etapas posteriores de la vida. “El planchado de los pechos es muy doloroso. Además del daño inmediato, la práctica puede causar problemas físicos graves como abscesos, quistes, picores, dolor constante, quemaduras por el contacto de objetos calientes y daños en los tejidos”, explica la experta.
Noticia completa: El País