Mismas drogas, distintos riesgos. Un ensayo de tipología de jóvenes consumidores

Ignacio Megías Quirós y Juan Carlos Ballesteros Guerra (2013) Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) Medio: Investigación

 

La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) (enlace) ha impulsado diversos estudios sobre las percepciones, expectativas y relación de la sociedad española con las drogas, tanto en su conjunto (Valores sociales y drogas, 2001 y 2010), como considerando solamente a los y las jóvenes (Jóvenes, valores, drogas, 2006; La lectura juvenil de los riesgos de las drogas, 2008). Investigaciones que adoptaban perspectivas cuantitativas y cualitativas, y que proponían diversas tipologías en torno a las cuales se puede entender mejor la manera en que los individuos se relacionan con las drogas, su consumo, su percepción, y los riesgos asociados. Acercamientos, por tanto, que analizaban las posturas globales ante hábitos (el consumo de drogas) que no dejan de ser minoritarios para buena parte de las sustancias.
 

Sin embargo, esas investigaciones nunca han considerado en exclusiva (no explícita e intencionadamente) los argumentos y posiciones de las personas que protagonizan los consumos habituales de las sustancias, más allá de posibles experiencias puntuales. Hablamos de colectivos que explícita y abiertamente reconocen un mayor o menor nivel de policonsumos; personas respecto a las que la sociedad suele elaborar determinados estereotipos, siempre mediados por el imaginario colectivo en torno al universo de las drogas, en su conjunto o referido a sustancias concretas. Es ahora, a partir de la presente investigación, cuando nos adentramos en el tipo de posiciones y argumentos que caracteriza a parte de ese colectivo de consumidores y consumidoras, en este caso dentro del sector poblacional joven (18-25 años).
 

Por tanto, conviene dejar claro desde el principio que el análisis que presenta este estudio se refiere a un sector muy concreto de la población juvenil, que indudablemente resulta minoritario, pero cuyas posturas determinan las teóricas posiciones de mayor riesgo asociado a los consumos de drogas, motivo que justifica el acercamiento a las mismas. Es más, también es necesario señalar (como se explicará en el siguiente capítulo, correspondiente a la metodología y descripción de la muestra), que como consecuencia del muestreo intencional a partir del cual se obtiene la información sobre la que se basa el análisis, tampoco podemos inferir que las posiciones aquí mostradas representen a la totalidad de los y las consumidoras jóvenes de España. Se mostrarán, eso sí, posiciones que efectivamente tienen lugar entre buena parte de las personas jóvenes que consumen, y son representativas de determinadas maneras de encarar los consumos de riesgo.

 

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El informe propiamente dicho está dividido en cuatro capítulos, además de las conclusiones finales: en primer lugar se hace una descripción de los consumos de la muestra, fundamentalmente como elemento contextualizador; después se analizan lo que podríamos denominar de alguna manera valores e intereses, a partir de la priorización de determinados elementos que representan los más diversos aspectos de la vida; en tercer lugar nos adentramos en las consideraciones de los consumidores y las consumidoras en relación a los daños y beneficios asociados a los consumos (tanto en genérico como respecto a los propios); finalmente se establecen tres perfiles de consumidores en base a todas las variables comentadas, que determinan tres tipos ideales que conformarían distintas maneras de establecer su relación con las drogas y los consumos dentro del colectivo (resumen extraído de la propia investigación, de la presentación).

Consultada la Página Web (enlace)

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