La integración escolar como parte de un modelo de protección infantil basado en la Promoción de la Resiliencia.

Jorge Barudy Labrin (Noviembre de 2005) I Jornadas "Menores en edad escolar: conflictos y oportunidades" del 10 al 12 de noviembre de 2005. Medio: Artículo

Introducción: Uno de mis desafíos de estos últimos años ha sido facilitar argumentos para que los profesionales de la infancia no olviden que el sujeto de sus intervenciones son los niños y las niñas. Aunque esto parece obvio en un discurso, no es siempre evidente en la práctica. Hoy tenemos cada vez más argumentos para defender que el sufrimiento de la mayoría de los niños y jóvenes que presentan problemas conductuales y crean conflictos en los diferentes ámbitos sociales son, o han sido, víctimas de malos tratos en sus contextos socio-familiares. Pero a esto, se suma el dolor y los traumatismos provocados por las intervenciones tardías, incoherentes y violentas que emergen, incluso, de las instituciones que tienen como mandato cuidarles, sanarles o protegerles.

Los malos tratos infantiles son, ante todo, una producción social, es decir, comportamientos producidos por seres humanos adultos en contextos ideológicos y de estrés ambiental desfavorables. En este sentido, los profesionales que trabajan en los diferentes ámbitos que se ocupan de la infancia, nunca deben perder de vista que el sufrimiento infantil es en gran parte el resultado de las incompetencias del mundo adulto en satisfacer las necesidades de los niños y niñas, y de garantizarles sus derechos. Por lo tanto, los diferentes tipos de malos tratos que sufren los niños y las niñas denuncian la incompetencia de sus padres, pero sobre todo la de una sociedad en que los adultos han sido incapaces de asegurarles el bienestar y el buen trato.

Las víctimas infantiles no tienen la posibilidad de denunciar y corregir las incoherencias y las situaciones de violencia generada por los adultos. En general, están a merced de ellos y en la mayoría de las veces deben asumir incluso la culpa de los daños provocados por los errores de los profesionales que tienen como mandato asegurarles protección. En relación a esto, uno de los objetivos de las intervenciones de protección debiera permitir que los niños sean siempre sujetos conscientes de las intervenciones. Esto quiere decir que puedan tomar consciencia, no sólo de las dinámicas abusivas intrafamiliares que les han hecho daño, sino también de las incoherencias de los sistemas de protección y judiciales que tienen la responsabilidad de ayudarles y que les dañan, así como de las malas prácticas de los profesionales. (Información extraída del propio artículo)

Otras obras relacionadas del autor:

  • El dolor invisible de la infancia: una lectura ecosistemática del maltrato infantil 
  • Los buenos tratos a la infancia: parentalidad, apego y resiliencia
  • Los desafíos invisibles de ser madre o padre: manual de evaluación de las competencias y la resiliencia parental 
  • Hijas e hijos de madres resilientes: traumas infantiles en situaciones extremas: violencia de género, guerra, genocidio, persecución y exilio
  • Cuentos para familias de corazón
  • La fiesta mágica y realista de la resiliencia infantil: Manual y Técnicas terapéuticas para apoyar y promover la resiliencia de los niños, niñas y adolescentes 

 

Para más información: 

  • Sección documental del Centro Documental Virtual de FAPMI-ECPAT España sobre “Resiliencia”
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