En un rincón entrañable del barrio del Tomillo de la capital, cada semana ocurre algo mágico. Según informa Cope, un grupo de niños y niñas de la Escuela Infantil Municipal Pedro Expósito se convierte en una especie de superhéroes cotidianos, aunque sin capa ni máscara. Ellos son la Patrulla Antisoledad, una iniciativa preciosa que ha nacido para tender puentes entre generaciones y llenar de vida los hogares de personas mayores que viven solas.
En cada visita, se crean momentos mágicos: los pequeños conocen a los mayores, descubren sus historias, hacen manualidades juntos y reparten sonrisas. A cambio, reciben cariño, sabiduría y una experiencia única que no se aprende en los libros.
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