Parentalidad Positiva y conciliación: responsabilidad social y compartida
Los poderes públicos deben adoptar las medidas legislativas, administrativas, políticas y financieras adecuadas para crear las condiciones necesarias para el ejercicio de la parentalidad positiva. Además, las distintas políticas sociales de apoyo a las familias, de protección de la infancia y de atención a distintos grupos vulnerables, deben ser coherentes entre sí y estar integradas e inspiradas por los mismos principios orientadores, entre los que deben destacar el respeto de los derechos de los niños, la promoción de la parentalidad positiva, la conciliación de la
vida familiar y laboral y la corresponsabilidad.
El derecho de los niños y niñas a disfrutar de un desarrollo adecuado está condicionado, entre otros factores, por la calidad de los cuidados que reciben y del afecto que resulta de una relación adecuada y continuada con sus progenitores. Crecer con una o dos figuras parentales con las que mantienen vínculos afectivos seguros y sanos, que les procuran cuidados estables en el tiempo, especialmente en los primeros años de vida, es fundamental para garantizar un desarrollo óptimo de los niños y las niñas.
La Convención sobre los Derechos del Niño establece que la familia es “el grupo fundamental de la sociedad y el medio natural para el crecimiento y el bienestar de los niños” y debe recibir, por tanto, la protección y asistencia necesarias para poder asumir plenamente sus responsabilidades dentro de la comunidad. De acuerdo con las disposiciones de la Convención sobre los Derechos del Niño, proporcionar una crianza saludable y adecuada a los niños y las niñas implica:
• Proveerles de cuidado y protección. Cubrir sus necesidades fisiológicas (nutricionales, de vestido, sanitarias) y afectivas (seguridad, cariño explícito, apoyo).
• Proporcionarles un entorno que ofrezca estabilidad, orientación, rutinas ordenadas y la flexibilidad necesaria para adecuarse a su desarrollo evolutivo. Los niños y niñas necesitan ser guiados por sus padres mediante normas y límites razonables.
• Valorarles y respetarles de tal manera que sus opiniones sean escuchadas y tenidas en cuenta.
• Ofrecerles una educación que potencie al máximo sus cualidades e inculque el respeto por los derechos humanos.
Un documento en el que Save the Children propone que se revisen y mejoren las normas y políticas de conciliación y de corresponsabilidad en España, para garantizar una mejor protección de la infancia y garantizar su máximo bienestar y adecuado desarrollo.
Consultado en: https://www.savethechildren.es