En Burundi se han identificado unas mil víctimas de trata de personas del 2017 a la fecha, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Elisabeth (cuyo nombre no es real) es una de las afortunadas ya que sobrevivió a la terrible experiencia y recibió ayuda de la agencia de la ONU para regresar a su hogar en Burundi. La joven contó su historia por primera vez antes del Día Mundial contra la Trata de Personas, que se celebra anualmente el 30 de julio.
“Mis padres se separaron antes de que yo naciera y mi madre se volvió a casar estando embarazada de mí. Pero su nuevo esposo le dijo que me dejara con mis abuelos porque yo no era su verdadera hija”.
Fuente consultada: Enlace a Naciones Unidas