El Defensor del Pueblo ha iniciado una investigación ante la ausencia de datos globales. “Las fugas son un factor de riesgo enorme”, según la experta Noemí Pereda, que calcula que el peligro de explotación siendo menor es de 1 cada 4000 en la población general y 1 cada 40 en los menores tutelados.
Según publica eldiario.es, la falta de atención, las experiencias traumáticas del pasado o la ausencia de amor incondicional pone a estos menores [tutelados] en una situación de vulnerabilidad que pueden aprovechar las mafias, proxenetas o agresores sexuales dentro del propio centro para abusar de ellos.
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