Según datos del Defensor del Pueblo, el año pasado entraron en el país 63.054 inmigrantes irregulares.
En 2018, 900 mujeres inmigraron a España de forma irregular acompañadas de sus hijos bebés. La cifra se ha multiplicado por 7 respecto a 2017, cuando fueron 126 las madres que entraron al país en esa situación. Así lo ha asegurado este martes Santiago Yerga, asesor técnico del Defensor del Pueblo, durante una conferencia sobre inmigración y mujer celebrada en el marco de los cursos de verano de El Escorial. Allí ha desvelado que en los últimos años el perfil de las inmigrantes irregulares que llegan a España ha dado un giro de 180 grados. Si antes procedían, en su mayoría, del África anglófona, ahora provienen de los países francófonos del continente a causa de varios factores, entre los que destaca un “cambio de intereses” de las redes de trata de personas.
 
Destaca un “cambio de intereses” de las redes de trata de personas.
 
Según los datos adelantados por el representante del Defensor del Pueblo, que próximamente se publicarán en el informe del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura que elabora este organismo, el año pasado llegaron a España un total 63.054 inmigrantes irregulares. En sólo un año entraron al país el mismo número de inmigrantes sin papeles que se había registrado entre 2012 y 2017. Y alrededor del 8% (en concreto 7.546 personas) fueron mujeres. El litoral andaluz sigue siendo la principal vía de entrada para ellas -5.977 desembarcaron en pateras en esta zona-, seguido por Melilla, donde llegaron otras 1.400.
 
En su opinión, aunque habitualmente se pone el foco en la entrada de inmigrantes irregulares a través de las costas españolas, “las grandes pateras aterrizan en los aeropuertos de Madrid y Barcelona” y provienen de Latinoamérica. “Son personas que llegan diciendo que vienen como turistas y lo que hacen es quedarse en España de manera irregular pero, en mi opinión, legítima”, ha señalado.
 
Junto con las mujeres, el otro colectivo de gran vulnerabilidad son los menores. El técnico del Defensor del Pueblo ha   asegurado que el número de menores no acompañados ingresados en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) se ha duplicado en el último año, pese a estar prohibido por ley. Según los registros, en 2018 se identificaron 88 menores internados en estos centros, mientras en 2017 había 41. Esto se explica porque existen “deficiencias en los procedimientos de detección de la edad” por parte de las autoridades.
 
De acuerdo a datos de la Fiscalía General del Estado referentes a 2017 (los últimos disponibles), también citados por Yerga, en torno al 97% de los menores que entran en España solos, sin el acompañamiento de ningún adulto, son niños, y sólo el 3%, niñas. En ese sentido ha reclamado que estas cifras “ignominosas” se deben a “duplicidades en los registros”: hay menores que se registran en distintas comunidades autónomas a lo largo de su vida, lo que termina por “invisibilizar a las niñas”. 
 
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