Desde que el pasado mes de octubre, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, propusiera implantar la figura del Coordinador de Parentalidad para mediar y proteger al menor en situaciones de conflicto entre sus progenitores, cada vez son más los jueces que los demandan.
La Fundación Filia tiene un listado de profesionales, de diferentes ciudades, para poder atender los casos que vengan derivados del juzgado en los procesos de Alta Conflictividad Familiar: Alicante, Badajoz, Barcelona, Bilbao, Cáceres, Cuenca, Madrid, Navarra, Palma de Mallorca, Sevilla, Valencia, Zamora y Zaragoza.
Con ellos se marca un antes y un después, al poder contar con especialistas universitarios, con los que cobra sentido la protección del interés superior del menor, proclamada en la Convención sobre los Derechos del Niño, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de noviembre de 1989 y en el que se consideraba que era el gran perjudicado de los divorcios conflictivos.
Hasta ahora, algunos juzgados elegían algún profesional próximo, de confianza o de los servicios públicos, que no estaba expresamente formado como Especialista en Coordinación Parental. Alguno puede que hubiera realizado un curso de un fin de semana en Estados Unidos o en algún colegio profesional con escasas horas de formación; pero otros muchos, ni siquiera eso.
La Mediación, por su condición de voluntariedad, ha quedado para aquellas familias en las que hay voluntad de hacer las cosas bien.
Ahora los procesos de alta conflictividad, donde no hay voluntad y se pone en peligro el bienestar del menor, pueden ser atendidos por estos profesionales especializados.
En las fotos vemos a la segunda promoción de Especialista en Coordinación Parental junto al equipo de Fundación Filia.
Presentó el acto: Lucía del Prado, presidenta de la fundación y directora de este curso.