NUEVA YORK, 7 de septiembre de 2016 – Unos 50 millones de niños en el mundo viven fuera de sus lugares de origen, de los cuales 28 millones han sido forzados a huir de sus hogares por los conflictos y la violencia de la que no son responsables. Otros millones más han tenido que migrar, solos o con sus familias, con la esperanza de encontrar una vida mejor y más segura.

Casi 50 millones de niños han cruzado fronteras o han tenido que desplazarse a la fuerza.

28 de los 50 millones, son forzados a huir de sus hogares por los conflictos y la violencia.

 
Traumatizados a menudo por los conflictos y la violencia de la que huyen, estos niños tienen que enfrentarse a otros peligros en el camino, entre ellos el riesgo de ahogarse en las travesías por mar, de sufrir desnutrición y deshidratación, o de ser víctimas de la trata, de secuestros, violaciones e incluso de asesinatos. En los países que atraviesan y en los lugares de destino son, con frecuencia, víctimas de xenofobia y discriminación.
 
Un nuevo informe publicado hoy por UNICEF, Desarraigados: Una crisis creciente para los niños refugiados y migrantes [+], presenta nuevos datos que describen un panorama desolador sobre la vida y la situación en la que se encuentran millones de niños y sus familias afectados por conflictos violentos y otras crisis que los obligan a arriesgar sus vidas huyendo antes que permanecer en sus lugares de origen. 
 
“Las impactantes imágenes de niños, como la del pequeño Aylan Kurdi, que apareció en una playa después de ahogarse en el mar, o de la cara atónita y sangrante de Omran Daqneesh, sentado en una ambulancia después de que su casa resultara destruida, han conmocionado al mundo”, dijo el director ejecutivo de UNICEF, Anthony Lake. “Pero cada imagen, cada niña o niño, representa a muchos millones más que están en peligro y esto exige que nuestra conmoción por esos casos concretos se traduzca en acciones en favor de todos los niños”. 
 
Desarraigados muestra que:
 
  • Los niños representan un porcentaje desproporcionado y creciente de todas las personas que han buscado refugio fuera de sus lugares de nacimiento: aunque representan un tercio de la población mundial, constituyen cerca de la mitad de todos los refugiados. En 2015, alrededor del 45% de todos los niños refugiados bajo protección de ACNUR procedían de Siria y Afganistán.
  • 28 millones de niños han sido expulsados de sus hogares por la violencia y los conflictos dentro de sus países y fuera de sus fronteras. De ellos, 10 millones de niños son refugiados, un millón son solicitantes de asilo cuyo estatus aún no ha sido determinado, y unos 17 millones han sido desplazados dentro de sus propios países. Todos ellos tienen una necesidad extrema de recibir ayuda humanitaria y acceso a servicios básicos.
  • Cada vez hay más niños que están cruzando las fronteras solos. En 2015, más de 100.000 menores no acompañados solicitaron asilo en 78 países, el triple que en 2014. Los niños no acompañados están más expuestos a sufrir explotación y abusos por parte de contrabandistas y traficantes de personas.
  • En todo el mundo, unos 20 millones niños y niñas migrantes han dejado sus hogares por distintas razones, incluyendo la pobreza extrema o la violencia. Muchos corren un peligro real de sufrir abusos o de ser detenidos porque no tienen ninguna documentación, porque su estatus legal es incierto y, por lo tanto, no hay un seguimiento ni monitoreo sistemático sobre su bienestar. Son los niños que nadie detecta.
 
Según Desarraigados, Turquía alberga el mayor número de refugiados recientes y posiblemente el mayor número de niños refugiados en el mundo. En relación a su población, el Líbano acoge al mayor número de refugiados, donde aproximadamente 1 de cada 5 personas es un refugiado. En comparación, hay aproximadamente un refugiado por cada 530 personas en el Reino Unido y uno por cada 1.200 en los Estados Unidos. En España, hay un refugiado por cada 7.739 personas. Si se consideran los países de acogida de refugiados por su nivel de ingreso, sin embargo, la República Democrática del Congo, Etiopía y Pakistán albergan la mayor concentración de refugiados.
 
“No nos vamos a rendir hasta que cada niño tenga una oportunidad justa. Huyen de la violencia y se ven forzados a abandonar sus hogares pero, lleguen a Líbano o a cualquier otro lugar del mundo, ante todo, son niños”, asegura Pau Gasol, embajador de UNICEF Comité Español. Gasol, que comparecerá mañana miércoles 8 de septiembre en rueda de prensa para presentar el informe y compartir su experiencia tras visitar a niños y familias refugiadas en Líbano, ha podido conocer de primera mano las duras condiciones que afrontan los niños lejos de sus países. “Es un privilegio ser testigo de la labor de UNICEF para garantizar su protección en cada etapa del camino”.
 
El informe sostiene que en aquellos lugares donde hay rutas seguras y legales la migración puede ofrecer oportunidades para los niños que migran y las comunidades a las que se unen. Un análisis del impacto de la migración en los países de ingresos altos encontró que las contribuciones de los migrantes en impuestos y contribuciones sociales fueron mayores que la ayuda que recibieron, que ocuparon vacantes de alta y baja cualificación en el mercado de trabajo y que contribuyeron al crecimiento económico y la innovación en los países de acogida. 
 
Sin embargo, una cuestión fundamental es que los niños que han tenido que huir a la fuerza de sus hogares ven limitado su acceso a servicios como la educación, siendo este uno de los principales factores por los cuales muchos niños y familias se ven obligados a migrar. Un niño refugiado tiene cinco veces más probabilidades de no asistir a la escuela que un niño no refugiado. Cuando pueden acudir a la escuela, los niños migrantes y refugiados suelen ser víctimas de discriminación, entre otras razones por un trato injusto y por acoso.
 
Fuera del aula, los obstáculos legales impiden que los niños refugiados y migrantes reciban servicios en igualdad de condiciones que los niños que son nativos de un país. En el peor de los casos, la xenofobia puede llegar a convertirse en ataques. Sólo en Alemania, las autoridades registraron 850 ataques contra los albergues de refugiados en 2015.
 
“¿Qué precio tendremos todos que pagar si no conseguimos proporcionar a estos jóvenes oportunidades para recibir una educación y disfrutar de una infancia más normal? ¿Cómo podrán contribuir de manera positiva a sus sociedades? Si no pueden, no sólo se pondrá en peligro su futuro, sino que también sus sociedades saldrán perdiendo”, dijo Lake.
 
 
Propuesta de acciones urgentes para proteger a niños desplazados, refugiados y migrantes
 
El informe señala seis acciones específicas para proteger y ayudar a los niños desplazados, refugiados y migrantes:
 
  • Proteger a los niños refugiados y migrantes, especialmente a los no acompañados, de la explotación y la violencia.
  • Acabar con la detención de niños migrantes, o los que esperan obtener la condición de refugiados, mediante la adopción de medidas alternativas.
  • Mantener unidas a las familias como la forma más adecuada para proteger a los niños y garantizarles un estatus legal.
  • Garantizar el acceso a la educación a todos los niños refugiados y migrantes y darles acceso a servicios de salud y a otros servicios de calidad.
  • Insistir en la necesidad de abordar las causas subyacentes a los movimientos a gran escala de refugiados y migrantes.
  • Promover medidas para combatir la xenofobia, la discriminación y la marginación, así como la correcta integración social.
 
Ser niño refugiado o migrante en Europa y España
 
El informe muestra que los niños migrantes y refugiados en Europa encuentran barreras, incluso legales, para disfrutar de sus derechos. Hay niños que son detenidos o que tienen un acceso muy limitado a los servicios básicos. Muchos también son víctimas de la discriminación y la xenofobia y sufren exclusión. Además, a menudo, los hijos de migrantes en Europa, viven en hogares que enfrentan grandes desafíos: desempleo de larga duración, condiciones de hacinamiento, ansiedad y estrés. 
 
En España viven 599.000 niños y niñas migrantes (incluyendo refugiados y solicitantes de asilo. Según datos de Eurostat 2015, los niños cuyos padres son migrantes, tienen un 50% más de probabilidades de vivir en situación de pobreza que el 23,8% de niños cuyos padres nacieron en España. 
 
UNICEF Comité Español hace un llamamiento para eliminar las barreras al disfrute de sus derechos de los niños migrantes y refugiados y paliar la situación de vulnerabilidad en la que viven,  ya que son uno de los colectivos que más sufren la desigualdad en el ámbito educativo y la pobreza.
 
Nuestro país debe acelerar el cumplimiento de sus compromisos en materia de reubicación y reasentamiento de refugiados y debe abrir vías legales y seguras para que los niños migrantes y refugiados puedan llegar a nuestro país sin arriesgar su vida o su integridad física y moral. Además deben flexibilizar las condiciones en los procesos de reunificación familiar, una de las vías legales y seguras más importantes para proteger a la infancia. 
 
 
Acerca de UNICEF
 
UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos en 190 países y territorios para transformar este compromiso en acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de todos los niños, en todas partes. 
 
 
Para más información UNICEF:
 
  • Se puede descargar el informe en el enlace [+] 
  • Se puede descargar el resumen ejecutivo del informe en español en el siguiente enlace [+].
  • Puedes descargar materiales multimedia: Fotografías en el siguiente enlace [+]
  • Puedes descargar materiales multimedia: Imágenes de vídeo de recurso [+]
  • La historia de Elias, un niño refugiado en Yemen [+]
  • Para más información en UNICEF Comité Español : Belén de Vicente, Tel: 609 160 051 / 91 378 95 55, E-mail: comunicacion@unicef.es

 

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