El 90% de los pederastas no se rehabilitan tras cumplir sus penas. Se calcula que en España hay 30.000 pedófilos.

Numerosos estudios internacionales concluyen que no existen terapias efectivas que logren rehabilitar a estos individuos de manera permanente.

 

Agentes de la Policía Nacional han detenido en Alicante a un hombre, español de 71 años de edad por abusar sexualmente de cuatro menores. No era la primera vez que cometía este tipo de delitos. El arrestado contaba con antecedentes similares por los que había cumplido 19 años de prisión.
 
Ante un caso como este, muchos se preguntan si el tiempo que pasan estos delincuentes cumpliendo sus penas sirve, efectivamente, para rehabilitarles o si, por el contrario, en cuanto queden en libertad volverán a delinquir.
 
“En España, las penas tienen un objetivo de reinserción, pero numerosos estudios internacionales concluyen que en el caso de los pedófilos no existen terapias efectivas que logren rehabilitar a estos individuos de manera permanente. Es más, más del 90% de estas personas vuelven a reincidir. Teniendo en cuenta que en España hay unos 30.000 pederastas, el dato es preocupante”, explica a lainformacion.com Fernando Váldez, psquiatra forense.
 
Por otro lado, el 23 % de las mujeres y el 15 % de los hombres han sido víctimas de algún tipo de acoso sexual en la infancia y sólo un mínimo porcentaje denuncia (menos del 10% de los afectados), por lo que resulta muy complicado concretar la incidencia real de los abusos sexuales a menores.Son tratables, pero no curables
 
A pesar de que no existen datos concluyentes, un grupo de especialistas del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Magdeburgo, en Alemania, mostró, mediante imágenes cerebrales, que los pedófilos tienen circuitos neuronales diferentes al del resto de los adultos. Así, los primeros mostraban un volumen de la amígdala menor, lo que supone una alteración en una zona del cerebro que es clave en el desarrollo sexual.
 
En lo que sí existe un amplio consenso es que hasta ahora no hay ninguna terapia que haya logrado curar la pedofilia, sólo contenerla y nunca de forma permanente.
 
Un informe del Proyecto de Prevención Dunkelfeld, que desde 2005 trata en Alemania a pedófilos que han cometido delitos contra niños, concluye que “no existe evidencia clínica ni empírica de que la estructura de la preferencia sexual por los niños se pueda cambiar durante la vida”.
 
“La única forma de tener a estos individuos controlados es mediante terapia constante y con medicamentos que inhiban el deseo sexual. El problema es que, una vez han cumplido sus penas, no se puede obligar a una persona a continuar con la terapia ni a estar bajo seguimiento constante. Además, las intervenciones psicoterapéuticas que se desarrollan en prisión no son suficientes para disuadirlos. De ahí viene el alto nivel de reincidencia. Es necesario replantearse el tratamiento en España para estos individuos. Son tratables, pero no curables”, comenta el psiquiatra forense.Los programas de rehabilitación en la cárcel son voluntarios
 
En las cárceles españolas existen programas para la rehabilitación, donde la asistencia es voluntaria y los depredadores sexuales no suelen inscribirse. La pena máxima es de 20 años y el reo al cumplir tres cuartas partes de condena puede acceder a beneficios penitenciarios.
 
Desde el pasado 1 de marzo, los condenados en España por delitos sexuales no podrán realizar actividades, trabajos o voluntariado en los que estén en contacto con menores, tras la entrada en vigor ese mismo día del Registro Central de Delincuentes Sexuales.
 
Sin embargo, estas medidas son insuficientes para el psicólogo forense y exdefensor del Menor de la Comunidad de Madrid, Javier Urra, que también pedía la cadena perpetua revisable en casos como el del pederasta de Ciudad Lineal, que no se rehabiliten en prisión. “Es muy importante que este tipo de delincuentes, que suelen ser reincidentes, se sometan a cursos de rehabilitación en prisión, y, si no los hacen o no superan los objetivos de los mismos, “no pueden salir a la calle”.
 
En otros lugares se aplican medidas que van desde la vigilancia permanente cuando salen de prisión, como ocurre en Reino Unido, hasta la castración química que prevén los países escandinavos. Bélgica ha autorizado la eutanasia a un violador y asesino, y numerosos países obligan a estos criminales a tratamientos de inhibición sexual.
 
 
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