FUENTES DOCUMENTALES BIENESTAR Y PROTECCIÓN INFANTIL
Abuso Sexual Infantil y Adolescente (ASI)
Cualquier clase de placer sexual con un niño por parte de un adulto desde una posición de poder o autoridad.
No es necesario que exista contacto físico (penetración o tocamientos) para considerar que existe abso, sino que puede utilizarse al niño como objeto gratificante para las necesidades o deseos sexuales del adulto.
Interfieren o pueden interferir en el desarrollo normal de la salud del niño.
National Center of Child Abuse and Neglect (1978)
Definición del Abuso Sexual Infantil (ASI)
Definición del Abuso Sexual Infantil (ASI) del Observatorio de la Infancia (OI)
El abuso sexual, una de las formas más frecuentes de maltrato infantil, se define como la implicación de niños en actividades sexuales, para satisfacer las necesidades de un adulto, siendo formas de abuso sexual con contacto físico la violación, incesto, pornografía, prostitución infantil, sodomía, tocamientos, estimulación sexual, y sin contacto físico la solicitud indecente a un niño o seducción verbal explícita, realización acto sexual o masturbación en presencia de un niño, exposición de los órganos sexuales a un niños, promover la prostitución infantil, pornografía.
Cualquier comportamiento en el que un menor es utilizado por un adulto u otro menor como medio para obtener estimulación o gratificación sexual.
(*) Esta definición como tipología de maltrato resulta por la acción o la omisión concreta que se está produciendo – Son 4 tipologías: Maltrato Físico, Negligencia, Maltrato Emocional y Abuso sexual.
ABUSO SEXUAL | ABUSO SEXUAL |
ACCIÓN | OMISIÓN |
Abuso sexual: implicación de niños en actividades sexuales, para satisfacer las necesidades de un adulto. Formas:
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No atender a las necesidades del niño y a su protección en el área de su sexualidad:
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Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Grupo de Trabajo sobre Maltrato Infantil (2006). Maltrato Infantil: Detección, Notificación y Registro de Casos
Necesidad de generar un lenguaje común
A continuación mostramos una clasificación (con 4 tipos básicos de maltrato) muy sencilla y común, lo que facilita y hace homogéneas las notificaciones tanto de profesionales como de la ciudadanía en general. Es necesario generar “un lenguaje común”, para conseguir la notificación desde los diferentes ámbitos de detección (tanto desde el sistema sanitario, como policial, de servicios sociales o educativo) (nos consta que cuesta convencer a los profesionales para que notifiquen posibles casos de maltrato infantil y de abuso sexual).
En este sentido, y con el objetivo de apoyar la implementación de las Hojas de Notificación y el Registro Unificado de casos de sospecha de Maltrato Infantil (RUMI), el subgrupo de trabajo del Observatorio de la Infancia encargado de la confección del Módulo de Maltrato para el Sistema de Información de Usuarios de Servicios Sociales (SIUSS) elaboró una propuesta de adaptación de las 16 tipologías originales de maltrato infantil a las 4 tipologías básicas que recoge las Hojas de Notificación y RUMI, siendo la siguiente:
Tipologías originales | Tipologías RUMI |
Maltrato Físico | Maltrato Físico |
Síndrome de Munchausen | Maltrato Físico |
Negligencia Física | Negligencia |
Maltrato Emocional | Maltrato Psíquico |
Inducción a la Delincuencia | Maltrato Psíquico |
Modelo de vida inadecuado | Maltrato Psíquico |
Negligencia Emocional | Negligencia |
Abuso Sexual | Abuso Sexual |
Explotación Sexual | Abuso Sexual |
Maltrato Prenatal | Negligencia |
Explotación Laboral | Maltrato Físico |
Incapacidad parental de control de la conducta infantil o adolescente | Negligencia |
Abandono | Negligencia |
Renuncia | Negligencia |
Mendicidad | Maltrato Físico |
Intervención de René Solís de Ovando Segovia, Psicólogo de la Dirección General de Servicios para la Familia y la Infancia, en MSSI en el XII Congreso Internacional de Infancia Maltratada de FAPMI-ECPAT España
Campaña "UNO DE CADA CINCO" del Consejo de Europa y coordinada por FAPMI en España
La Campaña “UNO de cada CINCO” se dirige a la prevención de la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes. La violencia sexual incluye diversas conductas, entre las que se encuentra el abuso sexual infantil y adolescente y sus distintas tipologías, como pueden ser la violación, los tocamientos inadecuados o el exhibicionismo. Junto a estas, las violencia sexual contra personas menores de edad incluye el uso de niños, niñas y adolescentes en la producción de material pornográfico, la prostitución infantil y la trata de personas menores de edad con fines de explotación sexual o el turismo sexual.
Esta campaña se encuentra coordinada en España desde 2011 por FAPMI-ECPAT España con el apoyo y financiación del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
El abuso sexual infantil es una realidad más cotidiana de lo que nos gustaría reconocer. Al mismo tiempo, es una realidad oculta. Lo es tanto por su carácter delictivo inherente (el agresor intentará por todos los medios que sus actos no se revelen), pero también por el silencio al que las víctimas se ven condenadas. Este silencio se debe por una parte a las estrategias de manipulación ejercidas por el abusador, y por otra a la situación de indefensión en la que los niños, niñas y adolescentes víctimas se encuentran por motivos evolutivos y las limitaciones propias de su edad.
¿Se trata realmente de UNO de cada CINCO?
La cifra estimada de UNO de cada CINCO resulta de una combinación de resultados de diversos estudios realizados por equipos de investigación en Europa, y coincide con las estadísticas presentadas por diversas organizaciones, entre las que cabe citar a UNICEF, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud (OMS). En el siguiente documento se presentan algunas referencias a estudios editados al respecto por el Consejo de Europa.
La cifra UNO de cada CINCO hace referencia a todas las formas de violencia sexual contra los niños: abuso sexual, pornografía infantil, captación de niños, niñas y adolescentes por Internet, prostitución infantil y corrupción de personas menores de edad.
(*) Debido a que la mayoría de los estudios disponibles hacen referencia únicamente al abuso sexual que conlleva contacto físico, la cifra “uno de cada cinco” puede estar subestimada en vista de la creciente captación de niños, niñas y adolescentes a través de las redes sociales y del incremento de su exposición a material pornográfico a través de internet.
Datos: Félix López Sánchez (2014). Abusos sexuales y otras formas de maltrato sexual. Madrid. Ed. Síntesis.
El discurso sobre el bienestar y el buen trato, basado en la teoría de las necesidades, nos lleva, siendo coherentes, a descubrir formas de maltrato silenciadas.
La tipología hoy vigente, en Occidente, y en España en concreto, ha tenido una evolución histórica que explica sus indudables logros y deficiencias. Primero, se reconoció el maltrato físico, estábamos en los años 60, y se acabaron señalando diferentes subtipos de maltrato físico. Pronto los investigadores y profesionales se dieron cuenta que también podría haber maltrato emocional, aunque no hubiera maltrato físico, y que podían darse ambos a la vez. También en este caso fue fácil señalar diferentes subtipos.
Igualmente se hizo evidente que no solo hay maltrato por acciones intencionadas, sino también por “omisiones”, por dejar de satisfacer necesidades fundamentales: es lo que llamamos negligencia, en la que se distinguen también numerosos subtipos.
Cuando, a partir de los ochenta, se hicieron numerosas investigaciones sobre abusos sexuales, estos datos fueron tan alarmantes que se incluyó un nuevo tipo de maltrato, el abuso sexual. Esto supuso un gran avance y ha ayudado a romper el silencio sobre este problema, que puede afectar a un 10% de los niños y un 20% de las niñas aproximadamente, en numerosas sociedades estudiadas.